Falta de información sobre el seguro agrario, pérdida de credibilidad sobre su rentabilidad o una tendencia a asumir riesgos innecesarios. Lo cierto es que la incidencia de esta herramienta en el sector apícola está por debajo de otros gremios.

La primera de la jornadas técnicas de la V Feria Internacional de Apicultura y Turismo de Las Hurdes ha puesto su foco en un aspecto de especial relevancia para los apicultores: los necesarios seguros para el desempeño de la actividad profesional. Para abordarlo, abrió la mesa el director general de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, Antonio Cabezas García, que repasó los diferentes seguros que minimizan los riesgos del sector.

Asuntos como la sequía, incendios, golpes de calor o el abejaruco son las principales ‘incidencias’   que recoge el ministerio de Agricultura, a través del Enesa, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios. María José Abad, jefa del servicio de estudios de la entidad,  habló de las bonificaciones y subvenciones que conceden, que oscilan entre el 16 y el 45% de subvención.

Más de 31.000 agricultores y ganaderos de Extremadura suscriben seguros agrarios por importe de más de 60 millones de euros, una cifra que aún está por debajo de otros sectores, como el hortofrutícola o tabacalero. Son cifras que expuso Jesús Cano Tiemblo, director territorial de Agroseguros.

Por su parte, el sindicato UPA UCE recordó a los profesionales la importancia de contar con seguros con el fin de minimizar los riesgos de las explotaciones, así como en su necesaria implicación para mejorar los existentes. Antonio Prieto Risco invitó a los asistentes a hacer propuestas para el futuro de los seguros. Desde el sindicato, trabajan en mejoras como que las franquicias se hagan solo sobre las colmenas que tengan siniestros, no sobre todas; o la peritación de los abejarucos, muy mejorable. El sindicato ASAJA cree necesario un nuevo seguro destinado a la producción para que el apicultor pueda asegurar su rendimiento medio.